Leviatán

Acrílico sobre lienzo

150 x 90 x 4 cm

La serenidad de un amanecer en la costa, donde el horizonte se viste con tonos naranjas y amarillos intensos, mientras el cielo se despierta lentamente. La frescura del mar en calma con sus tonos azules que parecen centellear con la luz del sol naciente. Me lleva a pensar que ante esta aparente tranquilidad se sumerge una gran actividad debajo de esas aguas y pienso en un antiguo leviatán cuya cola rompiera la paz del horizonte. Este pensamiento añade de repente a la obra expectación e inquietud, recordándonos la inmensidad del océano y sus criaturas legendarias. Es una obra que invita a contemplar la belleza efímera del amanecer y la infinita grandeza del mar.